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Debido a la eficiencia en sumar compradores, las marcas hasta ahora han sido parte imprescindible de las empresas, pero la crisis, unido a un contexto próspero en información, a la individualización de consumidores y a otras corrientes sociales y comerciales, están atacando su establisement, desmoronando su relación con el consumidor, saltando por los aires sus canales de distribución y quebrando su organización empresarial.
Ésa es la verdadera complicación y problema presente de las marcas, no la competencia de las líneas blancas, las cuales surgen para cubrir unas necesidades de precios y calidades que las primeras marcas no han sabido o no han querido cubrir. Fuente de la imagen: mvc archivo propio. ____________________________ [1] Sitio visitado el 03/08/2009